Observaciones sobre el hiperrealismo en Instagram: Un análisis desde Baudrillard develado a través de Peirce.

Nadia Michelle
10 min readApr 19, 2019

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La imagen es una parte integral de nuestra cultura. La civilización contemporánea en la que estamos inscritos es casi inconcebible sin la presencia de imágenes y a través del paso del tiempo parece que nuestra sociedad cada vez se apega con mayor intensidad a la necesidad de estas representaciones visuales artificiales.

En el sentido más simple y directo, la imagen no es más que la representación de una de una cosa, un pensamiento, (un sigma), de forma externa. Debemos recordar que si pretendemos un entendimiento más amplio del concepto de imagen en realidad tenemos que tomar en consideración mucho más que estas representaciones visuales artificiales, estos retratos gráficos de las formas que vemos. Hay que tener conciencia de que las imágenes no son necesariamente objetos tangibles; pueden ser entendidas como percepciones ópticas, o más precisamente, como percepciones o soluciones mentales. Esta idea que tenemos de la imagen mental; el pensamiento de cómo algo se ve o debería verse, es al final la idea estandarizada que la gente tiene acerca de algo o alguien. Estos conceptos son los que integran la idea de imagen desde la cuál se plantean los siguientes comentarios y análisis.

Es innegable que en la sociedad actual está incrementando la relevancia y la influencia que tienen las imágenes en la manera de relacionarnos y cómo experimentamos la realidad. Más allá del hecho inescapable de que estamos recibiendo estas imágenes a través de los medios masivos (ahora pautados de forma específica para cada audiencia-persona), el desarrollo tecnológico también está interpretando nuestra cultura a través de medios visuales. Estamos consumiendo aquello que nos distingue a través de lo visual; utilizando pantallas individuales que se relacionan de manera directa e individual con nosotros, otorgando a las imágenes un carácter omnipresente, privado e íntimo, aunque más accesible que nunca y progresivamente más sencillas de producir consumir y reproducir.

Me interesa revisar qué está pasando con las redes sociales y qué sucede con la sensación de que aquello que estamos viviendo no es verdaderamente real sino hasta que lo compartimos en dichos espacios digitales. Por poner un caso específico, hablaremos de los perfiles de Instagram. Para realizar este análisis nos vamos a basar en las ideas de Baudrillard y mencionaremos brevemente el trabajo de Guy Debord, La sociedad del espectáculo de 1973. Si bien Debord incluso lleguó a exponer sus ideas específicamente sobre el medio fílmico, me parece que se verifican en el caso que vamos a estar analizando.

Por su parte Baudrillard, filósofo, sociólogo, teórico cultural; francés ejemplo del pensamiento complejo; nace en 1929 y muere en 2007. Publicó a través de varios libros y ensayos sus reflexiones sobre la realidad de las imágenes, nuestra relación con ellas y cómo afectan nuestro estilo de vida y nuestra percepción de la realidad. Simulación y Simulacro de 1981, El demonio de las imágenes de 1987, son sólo algunos ejemplos relevantes de los textos que desarrolló.

La presente observación consta de un análisis de nuestra relación experiencia-testimonio, la relación de nuestra identidad digital vs. analógica y finalmente cómo la interacción de ambas completan la precesión del simulacro ante lo real. Para cuestionar lo planteado, realizaremos un ejercicio utilizando el modelo triádico de Peirce para develar un perfil de Instagram en busca de lo verdadero.

Relación experiencia-testimonio

En Instagram se glorifica de manera ininterrumpida el testimonio de la experiencia por encima de la experiencia misma. Es decir, consideremos que saliste a andar en bicicleta por el primer cuadro de la CDMX. La experiencia no parece real o más precisamente, no es validada como real, sino hasta que generas una imagen para Instagram. En el momento que el testimonio de la experiencia queda registrado, la experiencia es valorada como un real y válida ante la sociedad, ante tu grupo. Quizá no solamente ante tu grupo, sino también ante ti.

Por otro lado, y retomando la máxima de La sociedad del espectáculo donde “lo que es bueno se muestra y lo que se muestra es bueno” , se normaliza la creencia de que evitar la generación del testimonio de la experiencia supone una negación de la misma. Algo que es mejor mantener oculto. Claro ejemplo son las relaciones personales en la actualidad, donde presentar una imagen con la pareja se ha vuelto un signo social para demostrar formalidad en la relación. La imagen en tu “timeline”, en tu “feed”, en el “stream[1] está validando y reconociendo a esa pareja como alguien real.

El testimonio de la experiencia, la representación seleccionada del momento, es lo que va a cargar el significado en nuestra sociedad contemporánea porque es el que estamos compartiendo y validando. Ya no estamos compartiendo el momento con otras personas, ir al parque, tomar un helado, reír bajo el sol, solamente estamos compartiendo el testimonio del momento a través de una imagen que se consume de forma íntima. Con el estilo de vida cada vez más frenético e individual, solitario; la oportunidad de compartir el momento se vuelve más escasa, solo nos queda compartir ese testimonio del momento. Ya argumentaba Debord que la historia de la vida social se puede entender a través del declive del ser al tener y ahora del tener al simplemente aparentar que es donde entramos al terreno de la simulación.

Identidad digital vs. analógica

Otro ámbito en el que podemos ver a Baudrillard perfectamente reflejado en Instagram es en la tensión entre la identidad digital y la identidad analógica[2]. En este sentido de simulación y simulacro, todos los días la gente sube fotos de sí mismos a Instagram con filtros, con (¿imperceptibles?) modificaciones faciales: el tono de piel, la textura, el tamaño de los ojos, la boca, rasgos más finos. Como ya mencionábamos previamente, la gente está más familiarizada con estas representaciones que con aquello que las precede, como consecuencia, entienden que esa es la realidad. Terminan acostumbrándose a estas copias y llega el momento en el que la copia termina por asumir el lugar de la imagen original. Cuando por fin te expones a la imagen primigenia, el sujeto analógico, viene una disociación ineludible en la que no coincide la copia de la imagen que precede a la imagen misma y que se ha convertido ya en la imagen mental dominante. La imagen original termina por parecer incorrecta porque todo el tiempo estuviste siendo bombardeado por todas estas simulaciones hasta que terminaron por convertirse en un simulacro. Tu propio simulacro es tu cuenta de Instagram y ese simulacro pareciera más real qué tú yo analógico. Tu identidad digital es un simulacro escogido, preferido, curado y alterado de ti mismo.

La precesión del simulacro ante lo real= el perfil de Instagram

Cuando mezclamos estas dos situaciones particulares; el momento en el que tú válidas tus experiencias a través de Instagram (relación experiencia-testimonio) y el momento en el que tú presentas quién eres a través de este simulacro de ti mismo (identidad digital vs. analógica) se vuelve evidente que estás aplicando una selección y un filtro (una distorsión) de la vida que estás viviendo. Lo delicado es que cuando tú regreses y observes estas imágenes, este simulacro será consumido como tu vida. El simulacro precediendo a la realidad.

Regresamos a aquella analogía con la que inicia Baudrillard, en la que el mapa precede al territorio. El simulacro termina siendo más real que lo real, no sólo por la accesibilidad y omnipresencia de dichas imágenes, sino con la naturaleza misma de la imagen. “El poder mortífero de las imágenes”, asesinas de lo real, de su propio modelo. Como explica Baudrillard, “si un signo puede remitir a la profundidad del sentido, ser reducida a los signos que dan fe de él, entonces todo queda en simulacro”. El ser humano está acostumbrado a recordar la imagen. Si tú recuerdas tu primera infancia, momentos emblemáticos de tu vida, lo recuerdas tal vez a través de frases que te hayan dicho pero sobre todo, lo recuerdas a través de imágenes muy específicas. ¿Qué sucede cuando yo puedo acceder a estas imágenes de mi pasado de manera inmediata pero estas imágenes en realidad son una selección alterada de la experiencia? Entonces yo mismo estoy consumiendo el simulacro de mi vida como mi vida misma.

Hay que recordar que las simulaciones son algo completamente opuesto a la representación. Si bien la representación es la idea de que a través de un signo algo podría comunicar la experiencia, la simulación solo está buscando como volver iguales su signo y la realidad, cómo conseguir que la simulación sea lo más similar a la realidad posible. Al participar en este conjunto de simulaciones que supone Instagram, donde se está buscando ser similares entre sí para formar parte de una simulación estandarizada, pareciera que el individuo (que es finalmente el signo real, específico, unitario) pierde valor. Volvemos a esta idea en la que lo importante es ser promedio. Resulta interesante porque justamente estamos en una época donde, al menos a nivel comercial, lo que te están vendiendo es la idea de que eres único, cuando la realidad es que como individuos estamos buscando validar nuestras experiencias particulares como parte de una simulación ya repetida y estandarizada.

Pierce para distinguir lo real

Me gustaría poner a prueba los presentes comentarios con un análisis del perfil de Instagram de “Sociality Barbie” , una cuenta de Instagram en la que empezaron a tomar fotografías comunes de Instagram pero en vez de ser una persona quién aparecía en la fotografía es una Barbie. Los autores han declarado posterior al abandono de la cuenta que buscaban generar conciencia acerca del fenómeno que se está presentando. Considero que a través del modelo triádico de Peirce podríamos encontrar lo real en esta secuencia iconográfica.

Aquí quiero mencionar brevemente la intertextualidad por su cualidad de referencia a varios vínculos (de forma y de contenido) que se juntan al texto de otros textos. La intertextualidad hace referencia a los textos que sirven para construir estos bloques que van a conformar algo nuevo. También tiene que ver con aquello que está más allá de los límites de un texto dado relacionándolo con aquello que está a su alrededor (su contexto) y analizando cómo ocurren las interacciones entre textos, la influencia de los textos cuando lees el significado del mismo.

A través de relacionar diferentes imágenes y de leerlas de manera intertextual podemos darnos cuenta del significado simbólico y de las convenciones artísticas. Esto posibilita una lectura más rica y más profunda de cualquier grupo de imágenes y éste es el propósito de crear una serie iconográfica con el objetivo de leer el texto que emana de la relación a través de ellas y de ellas con el universo de simulacros que simulan.

En un primer nivel si analizamos como una serie iconográfica el perfil, esta secuencia de imágenes que presenta “Sociality Barbie” a través de la intertextualidad podemos hacer un análisis de lo que nos está mostrando. Seguramente nos quedaremos con la ilusión de que eso es lo real. Simplemente vemos una figura femenina que aparece en todas las expresiones iconográficas. Está inscrita en diferentes ambientes, en todas aparece sonriendo, en todas aparece perfecta, sencilla y con una gran variedad de escenarios placenteros, agradables, emocionantes. En un análisis intertextual nos perdemos por completo del hecho de que estamos viendo imágenes de una muñeca Barbie y al final este perfil es una simulación del simulacro porque Instagram como ya comentamos, al final del día es un simulacro. Entonces éste es un doble juego, es la simulación de un simulacro. Simulacro porque ya lo entendemos como realidad, como verdad.

En cambio, ayudándonos del modelo triádico de Peirce podemos buscar regresar de esta simulación del simulacro hacia lo real.

Para este análisis también vamos a trabajar con la serie iconográfica en contraposición a una imagen específica ya que me interesa revelar la trampa que nos puede provocar la intertextualidad. Así que vamos a tratarlo en su conjunto, no con una expresión gráfica específica individual. Comenzaremos con el cualisigno icónico rematico. En este caso, vamos a hablar de la sensación de la representación de la idea. Es aquello que ya comentábamos en la intertextualidad, una figura femenina, bella, que aparece sonriendo en estos espacios, la sensación es de felicidad, la representación es belleza. La idea es la felicidad inscrita en la belleza.

Continuamos con la modelización de la representación del concepto. El simple hecho de hablar de modelización ya nos está ayudando a percibir que hay un modelo. Sugiere que aquello que estamos viendo no es natural, es secuencial y es repetitivo. Continuamos hacia la modelización de los hechos de los conceptos; ya estamos tratando de develar en contraposición al momento anterior la representación contra el hecho. El hecho es que alguien modeló, escogió un lugar y una toma específica para presentarnos a esta muñeca. Entendiendo lo anterior podemos hablar de “algunas cualidades de los hechos razonados”. ¿Cuáles serían las cualidades de esta modelización? Aún más en este nivel Peirce ya nos está hablando de hechos razonados, es decir la persona que decidió modelar esta representación tenía una intención razonada.

¿Qué quiso plasmar a través de la modelización? El hecho razonado de controlar la iluminación, el hecho razonado de escoger vestuarios para la muñeca que nos parecieran cotidianos, escoger encuadres que hemos visto muchas veces en esta red social. Con estos descubrimientos ya podemos pasar a la estética de la representación del concepto y es interesante porque en este momento ya no estamos hablando de la simulación del simulacro en este momento ya estamos analizando los signos que conforman la simulación cotidiana que representa Instagram. Estamos develando los ingredientes que conforman la estética de una fotografía “normal” de Instagram y entonces ya encontramos ciertas posee ciertos encuadres que conforman la estética de la simulación de esta red, que esta persona está decidiendo representar a través del concepto del perfil de “Sociality Barbie.”

Con conciencia de lo anterior llegamos a la estética de las evidencias de los conceptos. Aquí es donde comienza realmente la reflexión porque las evidencias, estos fondos, estos encuadres, son los que van a terminar por hacernos reconocer que efectivamente Barbie funciona perfectamente como una simulación del simulacro de Instagram. Confirma que buscamos anular la experiencia particular para favorecer a un simulacro ideal y repetido por todos. Esto nos lleva a la cualidad de los hechos razonados, la estética de las palabras ideadas, la cualidad de los hechos concluidos. ¿Qué hechos podemos concluir? Podemos concluir que esta secuencia iconográfica parte de un razonamiento consciente qué busca ser una simulación, entonces no forma parte del simulacro general de Instagram sino que busca simplemente simularlo y es a través de esta simulación que podemos concluir que hay una intención reflexiva detrás.

La estética del hecho verdadero. El hecho verdadero es que el sujeto se anula no importa si es Barbie o es una modelo o soy yo, lo importante es cumplir con la simulación, no la experiencia ni el individuo. Lo importante es el testimonio de la experiencia y la normalidad del individuo dentro de ese simulacro.

Peirce no nos permite continuar dormidos, hechizados por la simulación. A través de su modelo triádico no hay escapatoria. Te recuerda de manera orgánica las cualidades de los hechos verdaderos.

Bibliografía

Baudrillard, J., & Glaser, S. F. (2014). Simulacra and simulation. Ann Arbor: The University of Michigan Press.

Debord, G. (2010). Society of the Spectacle. Detroit: Black & Red.

Peirce, C. S., & Hoopes, J. (2006). Peirce on signs: Writings on semiotic. Chapel Hill: University of North Carolina Press.

Socality Barbie (@socalitybarbie) • Instagram photos and videos. (2015). Retrieved April, 2019, from https://www.instagram.com/socalitybarbie/

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+10 years experience on education industry. Marketing, academia, customer success, instructional design and e-learning development and management.

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